domingo, 14 de diciembre de 2014

Reseña: Una estrella que no se apaga




Título original: This star won't go out.
Autores: Ester Earl, Lori Earl & Wayne Earl.
Editorial: Nube de tinta.
Páginas: 320
ISBN: 9788415594352
Precio: 16,95

«Puedo oír la voz de Esther en cada entrada del diario. Leer este libro por primera vez resultó muy extraño y agradable, porque me sentí como si ella volviera a estar aquí. La voz de Esther era única, y se transmite magníficamente en sus escritos: su empatía, ingenio, tristeza y dulzura están intactos sobre la página.» John Green para The Boston Globe «Uno de esos libros excepcionales que cambiarán tu forma de ver el mundo.» Metro New York A Esther Earl le diagnosticaron cáncer de tiroides cuando tenía doce años. Murió en 2010, poco después de cumplir los dieciséis, pero antes inspiró a miles de personas. Estas extraordinarias memorias recogen los diarios, cuentos, cartas y esbozos de Esther; además, las fotografías y escritos de su familia y amigos ayudan a narrar su historia, un testimonio conmovedor sobre el poder de la vida.
Im-pre-sio-nan-te. No hay más palabras para describir este libro/diario, que al final es lo que es. El diario de una chica normal, con una vida normal, hasta que deja de serlo. Una historia real, tan real como que no estaba pensada para publicar, no es el típico libro programado, o que cuenta una historia ficticia e inventada. Empiezo desde el principio, más o menos: Ester Earl es una chica normal que vive con su familia, cuando le es diagnosticado un cáncer. Debido a esto, tiene que volver a EEUU para ser tratada, cambiando completamente su vida. Al final, como es de esperar (por el título y esas cosas), Ester muere. Pero muere la persona, no el recuerdo. Y ojo, que no os estoy descifrando el final ni nada por el estilo. De hecho, de esta historia no es el final lo importante. Precisamente, es lo que menos importa. De la mano del diario personal de Ester (que sus padres decidieron publicar unos años depués del triste desenlace de la historia) y de aportaciones de su familia y amigos, nos metemos en un viaje (creo que no podría expresarlo mejor) de emociones, sentimientos y, sobre todo, de un golpe de realidad. Porque como ophe dicho antes, esto no es una historia ficticia, triste y que queda ahí, en un libro. Es una historia de verdad, pero no es mala. A pesar del desenlace. Lo importante aquí es disfrutar de cada uno de los capítulos, en los cuales Ester nos relata su vida, sus problemas y preocupaciones. Preocupaciones de una chica de su edad, pero que lleva una carga añadida sobre los hombros. Es increíble el hecho de poder acercarnos un poco más a este tipo de situaciones entendiendo el punto de vista y sintiéndolas desde dentro. Porque puede ser dura, sí, pero no es triste. Es una historia llena de vitalidad, hasta el último momento, que hace que quieras vivir al máximo. Son lecciones dadas por una adolescente de 16 años, sí, pero lecciones que ni siquiera un adulto te podría dar. Porque a veces enseñan mucho más los pequeños.
Pero bueno, dejando de lado estas reflexiones totalmente subjetivas (mi punto de vista), creo que podría recomendar este libro a todo el mundo. Bueno, quizás no a todos, pero sí a los que sean un poco humanos y empáticos, aunque si lo eres mucho vas a sufrir, ya os aviso. Te cuenta la historia de Ester desde numerosos puntos de vista: el suyo, el de sus padres, amigos... Lo que hace que te metas aun más en la historia. Pero cuando terminas de leerlo ( y sin ni siquiera habiendo llegado al final también), te hace pensar bastante y crear tus propias ideas. Creo sinceramente que esto es lo más bonito de los libros, el hecho de sacar tus propias conclusiones y que exactamente las mismas páginas puedan provocar sensaciones diferentes dependiendo de la persona que lo lea. Es asombroso. Pero volviendo a la historia, también debo decir que no es un librazo: una historia enredada de esas que te atrapan, no. Este es un libro de corazón, un diario. Esta es una situación que le ocurre a unas personas, no a unos personajes. Si decidís leerlo, no os lo toméis como una novela, sino como algo diferente. Yo, por ejemplo, lo he leído poco a poco, compaginándolo con otros libros. No se lee rápido. Te lleva su tiempo, porque de vez en cuando hay que pararse a pensar en lo que pone, pero es precioso. Creo que, después de haberlo terminado, todos los elogios hacia Ester se quedan cortos. Hacia Ester y todos los niños con enfermedades que condicionan sus vidas, y a sus familias que están al pie del cañón aunque a veces sufran incluso más. Porque ahí están los verdaderos héroes, y no en los libros o películas. Están en el mundo, y hay tantos como personas, pues todos lo somos a nuestra manera. Los héroes existen, y tienen nombres de personas.
Nos leemos,
Pd: esta reseña no es como las demás, pero espero que os haya gustado. Tan solo quería expresar mi forma de ver el libro, que al fin y al cabo es la reseña, dar tu punto de vista; pero este es el mío y puede diferir de muchos otros que leáis. Pero, como ya os dije, creo que las cosas bonitas hay que compartirlas ;)

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