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viernes, 9 de octubre de 2015

LA INDIA: Jaipur- Agra- Gwalior- Delhi

¡Bueníiiisimos días! Aquí estoy de nuevo, después de un mes desaparecida. Si os digo la verdad, tengo excusa, ya que no he estado aquí y no he tenido posibilidad de escribir... Síii, he estado de viaje otra vez! Y ya me vale no avisaros... Pero bueno, todo tiene su porqué. Y os traeré todo explicado en más posts... La verdad es que se me están acumulando!!!!! Pero espero hacer todos y cada uno de ellos, prometido! La cosa es que al estar acumulándose he decidido terminar el viaje a la India (y ya conoceréis más adelante cual fue mi último destino) en un solo post, que presiento será bastante largo... Así que paciencia y allá vamos!

Después de ver en Jaipur el Palacio de los Vientos y la fábrica de joyas, pusimos rumbo a Agra, ciudad conocida por albergar el Taj Mahal. En el camino, hicimos algunas paradas técnicas como la de comer, otra y la última para visitar Fatehpur Sikri, un precioso fuerte que se encuentra entre las dos ciudades que le dan nombre. Era también muy muy bonito y de fachada roja, y un interior precioso que mereció la pena visitar.





Formando parte de este complejo se encuentra también esta puerta, una de las más grandes (sino la que más, no recuerdo muy bien qué dijeron) de la India. Era la entrada a una mezquita y era espectacular, aunque un poco peligroso subir las escaleras. Por ello, nos limitamos a observarla desde abajo, pero aun así era preciosa.


Después de esta visita, nos dirigimos ya directamente a Agra al anochecer. Creo que de las ciudades que hemos visitado era la más "desarrollada", por decirlo de alguna manera. Se veía mucha publicidad de marcas tecnológicas, de coca cola, e incluso paneles luminosos. La verdad es que nos llamó mucho la atención porque tener esos prodigios tecnológicos justo encima de gente que vive en la calle claro... No se ve todos los días.

Y, al día siguiente, llegó el momento estrella del viaje. A ver, estrella en realidad fueron todos, porque nos lo pasamos genial todos los días, pero fue la visita que más ganas teníamos de hacer. Fue el impresionante Taj Mahal, situado en la ciudad de Agra.
Sinceramente, después de verlo, no me extraña para nada que sea calificado como una de las maravillas del mundo. Creo que es el monumento de todos los que he visto en mi vida que más me ha impresionado. Tan blanco, tan grande, tan imponente.... Decía nuestro guía que en el mundo existen dos tipos de personas: las que han visto el Taj Mahal y las que quieren verlo.

Os voy a dejar por aquí la historia de este precioso edificio, que es en verdad un mausoleo. Una historia también preciosa, ya veréis..

Era el año 1607 cuando el entonces príncipe Imperial Yurram, más tarde conocido como el emperador musulmán Shah Jahan, conoció en un bazar de Agra, capital del imperio mogol entre los siglos XVI y XVIII, a la princesa Arjumand Banu Begum, de sólo 15 años e hija del Primer Ministro de la Corte. Cuenta la leyenda que la joven estaba probándose un collar de diamantes por valor de 10.000 rupias y el príncipe, que no era precisamente pobre, pagó sin dudar la joya, conquistando de inmediato el corazón de la princesa.

taj-mahal1-

A pesar de su condición de príncipe, no todos sus deseos eran tan sencillos de cumplir y las razones de estado le obligaron a olvidarse de Arjumand y tomar por esposa a alguien de su mismo rango, una princesa hija del rey de Persia. Pero el príncipe nunca pudo olvidarse de aquella joven que había conquistado su corazón y, dado que la ley musulmana le permitía tener varias esposas, cinco años después de ese primer encuentro y sin haberse visto ni una sola vez más, el príncipe pudo cumplir con su sueño y casarse con su amada.

La boda, fastuosa como no podía ser menos, no se celebró hasta el 20 de mayo de 1612 ya que, a pesar de los anhelos del príncipe, los astrólogos no se pusieron de acuerdo hasta ese momento sobre una fecha favorable que asegurase la felicidad del nuevo matrimonio. La ceremonia tuvo lugar en la ciudad de Agra, estado de Uttar Pradesh, a unos 200 kilómetros al sureste de Delhi y durante la misma, el emperador nombró a Arjumand, Mumtaz Mahal, ‘la elegida o la perla del palacio’ según las diferentes traducciones. 

Aunque no se trataba de su primera esposa, de hecho fue la cuarta, sí fue la favorita y con ella tuvo 12 hijos antes de que el dolor hiciera su aparición en esta hermosa historia de amor. Tras varios años de dicha conyugal, el príncipe fue coronado en 1627 tomando el nombre de Shah Jahan, ‘Rey del mundo’ y fue conocido como un gobernante bondadoso, gran amante de su pueblo y de la paz. Pero la felicidad nunca dura eternamente y menos en las historias de amor que pasan a la posteridad y pronto la tragedia sacudiría violentamente sus vidas.



A pesar de sus numerosos embarazos, la emperatriz acompañaba frecuentemente a su marido en sus viajes alrededor del país. En 1631, tras 19 años de feliz matrimonio y durante una visita a la campaña de Burhanpur, donde se encontraban las tropas de Shah Jahan con el objetivo de sofocar una rebelión, Mumtaz Mahal falleció repentinamente al dar a luz al decimo cuarto hijo de la pareja, una niña llamada Gauhara Begum. Antes de morir, Mumtaz le pidió a su rey que cumpliera con las siguientes promesas: que construyera su tumba, que se casara otra vez, que fuera bueno con sus hijos y que visitara su tumba cada año en el aniversario de su muerte.

El emperador y amante esposo sintió un dolor tan intenso que deseó morir junto a su esposa. Su tristeza era tan profunda que se encerró en sus habitaciones ocho días con sus ocho noches, sin comer ni beber. A la salida, Jahan ordenó que se cumpliera el luto en todo el reino prohibiendo las vestimentas de colores, tocar música, usar perfumes y joyas y hasta llegó a prohibir la sonrisa entre los súbditos. Jahan se encerró en palacio sumido en su dolor y no reapareció hasta un año después muy envejecido y, para asombro de sus súbditos, su pelo y barba se habían vuelto blancos en tan sólo unos meses.

Aunque en un principio, el cuerpo de Mumtaz fue sepultado temporalmente en Burhanpur, en un jardín amurallado conocido como Zainabad originalmente construido por el tío de Shah Jahan, a orillas del río Tapti, el emperador nunca tuvo la intención de dejarla allí sepultada. En 1631, el cuerpo de Mumtaz fue exhumado y transportado en un bello sepulcro de oro, escoltado por su hijo Shah Shuja y la Princesa Imperial Jahanara Begum, hacia la ciudad de Agra donde se encontraba el Palacio Imperial.

Una vez allí, Mumtaz fue enterrada en un pequeño edificio a orillas del río Yamuna hasta que finalmente Jahan cumplió con la primera de las peticiones de su esposa, y, para su desgracia, la única que el emperador pudo cumplir. Jahan se propuso que Mumtaz tendría la tumba más hermosa que el mundo hubiera visto jamás, rindiéndole así un homenaje a su amada que perdurase por los siglos de los siglos y lo consiguió.

Con esa idea en la mente, el emperador mandó construir el complejo de edificios del Taj Mahal, que se traduce generalmente como “Palacio de la Corona” o “Corona del Palacio”, aunque los historiadores afirman que su designación no es más que una abreviación del nombre de Mumtaz Mahal. La ubicación elegida fuela curva que el río Yamuna que llega a Agra desde el norte para que sus aguas reflejaran los cambios de luz de los muros de mármol blanco del palacio cuya construcción se prolongó durante veintidós años, finalizando en 1653. Más de veinte mil obreros participaron en la construcción de este homenaje al amor según los planos de un consejo de arquitectos procedentes de India, Persia y Asia central, aunque parece que el auténtico inspirador fue el propio emperador. El maestro de obras fue el turco Listad Isa y, cuenta la leyenda que, cuando el edificio estuvo acabado, Jahan ordenó cortar su mano para impedir que pudiese repetir una obra semejante.

Texto sacado de Hola.com

Pero aunque el mausoleo es el edificio más emblemático, el Taj Mahal no se trata de una sola construcción, sino de todo un complejo de grandes dimensiones. Rodeando al recinto hay una alta muralla de arenisca roja con una monumental puerta de entrada en el sur por la que se accede a un inmenso patio de 300 metros de ancho, con un estanque de mármol en el centro que refleja los edificios, produciendo un efecto adicional de simetría. Cada sección del jardín está dividida por senderos en dieciséis canteros de flores, con un estanque central de mármol a medio camino entre la entrada y el mausoleo.



La verdad es que podría poner miles de fotos, y leer la historia miles de veces, y nunca me cansaría de él... De verdad que es increíble, no hay palabras para describirlo. Creo que nunca lo olvidaré, y me encantaría de verdad que todo el mundo tuviera la oportunidad de verlo aunque fuera una vez en la vida.

Después de pasar toda la mañana observando esta maravilla (y es que no merecía menos), por la tarde fuimos a ver otro fuerte en Agra, desde el cual se veía el Taj Mahal y que era precioso también.



Este, conocido también como Fuerte Rojo (igual que el de Delhi, con el que no debe confundirse), podría describirse mejor como un conjunto de palacios amurallados, ya que es realmente lo que es. La puerta principal es la que podéis observar en la foto, y luego dentro hay diferentes edificios y pabellones correspondientes a diferentes palacios. Está considerada como la fortaleza más importante de la India. y es que también es impresionante.

Una vez terminada la visita, nos dirigimos al hotel a descansar ya que al día siguiente sería un día duro. Aunque bueno, descansar descansar... Quien dice descansar dice bailar, ya que ha sido también una de la tónica detonante de estos días.

Al día siguiente pusimos rumbo a : la ciudad de Gwalior. Allí vimos un poco la ciudad, muy parecida a las del resto (la verdad es que lo que es la ciudad y la vida cotidiana no se diferencia mucho de unas ciudades a otras); y visitamos el fuerte de Gwalior. Impresionante también. La verdad es que si me dieran un euro por cada vez que he dicho impresionante en este viaje, me habría sacado un buen dineral jajajaja. Aquí dejábamos atrás ya los colores rojos, marrones y rosas característicos del fuerte de Agra y la ciudad de Jaipur para observar maravillosos azules, amarillos y verdes.



Como podéis ver en la imagen, no es que sea una exagerada con lo de increíble... Una vez terminamos de dar un paseo por allí y verlo por dentro (que también son muy bonitos), nos montamos de nuevo en el autobús rumbo al templo de la suegra y la nuera. La verdad es que me esperaba templos normales y me sorprendieron un montón. No son templos como tal, sino monumentos dedicados. Preciosos. De verdad, que sin palabras. Y las fotos que sacamos allí, con todas las vistas de Gwalior por detrás, no tienen nombre...


Este tan impresionante es el de la suegra, y del de la nuera no encuentro fotos :( pero bueno, es del mismo estilo pero algo más pequeño.

Esa noche tuvimos un espectáculo de bailes típicos del Punjab, los cuales aprendimos a bailar con un grupo de bailarines hindúes. Muy divertido, pero muuuuy complicado...!

Al día siguiente ya pusimos rumbo de nuevo a Nueva Delhi. Al salir de Agra, hicimos una parada en Sikandra, una pequeña localidad a 12 kilómetros del Taj Mahal donde se encuentra el mausoleo de Akbar "el grande", el cual fuimos a visitar.



Creo que os vais a cansar de que lo diga otra vez, soy una pesada, pero es que todo es impresionante/increíble jajajaja. Aquí estuvimos visitando el mausoleo por dentro, precioso también, y una vez que lo vimos y revimos ya sí que sí pusimos rumbo a Nueva Delhi otra vez.


Esta es justo la entrada al mausoleo.

Al llegar a Nueva Delhi esa noche nos quedamos bailando y descansando para coger fuerzas para el día siguiente que ya era el último :(
Para el último día decidimos ir a un museo donde tenían las joyas de la reina del Taj Mahal, las cuales nos dejaron probarnos y tocar y todo. Eran preciosas, todas compuestas por esmeraldas y diamantes. Pero nuestra sorpresa fue cuando, al llegar allí, descubrimos que era un museo también de tapices. Pero no tapices así sin más... Los más bonitos que he visto en mi vida! Todos cosidos con finos hilos de oro y seda, unas capas sobre otras para crear relieves...
Y ya no es solo como están hechos, es la historia que cuenta cada uno. La verdad es que nos encantaron a todos los que fuimos, mereció muchísimo la pena.

Por último, por la tarde fuimos a visitar un edificio (no me acuerdo lo que eeeessss...! Maldita memoria!) precioso, el que mas me gustó de todos! Y no me acuerdo de su nombre así que no puedo poner fotos, porque además nos quitaron las cámaras porque estaban prohibidas :'(. Así que bueno, cuando me acuerde e intente buscarlo actualizaré la entrada ya con toda la información sobre él. Que desastreeee!

Y bueno, el día siguiente por la mañana ya estábamos cogiendo el avión y despidiéndonos de este maravilloso país... Que rápido había pasado todo, parecía que era el primer día de todo... Pero bueno, nos fuimos con genial sabor de boca, y yo solo pensando en una cosa: en volver. Era uno de mis sueños, y haberlo cumplido tan pronto me parece mentira... Y estoy muy agradecida por ello.

Por último, y para acabar con la India por ahora, os dejo con un poema que resume perfectamente todo lo que hemos visto en estos geniales días que no me cansaré de recordar.

¿Cómo es India? Ayer me preguntaste
y yo, que aún llevo su polvo en mis sandalias
y su luz, como un ascua en la mirada,
medité y no supe contestarte.

India es agua sucia y sol brillante,
polvo grisáceo entre el oro y la plata,
un viejo en cuclillas trenzando sin pausa
y una niña de mirada penetrante.

Como una noria que gira incesante,
un beso ardiente a la persona amada
y un cuerpo que, en la tarde, se hace llama;
poemas de amor, y muerte en un instante.

Saris de colores deslumbrantes
entre miseria de gente reposada.
Gente sencilla, religiosa y clara
visitando monumentos de gigantes.

Impenetrable, de misterio llena,
no puedo definirla. Se me escapa
cual pájaro que eternamente vuela.

Un gran desed se me ancló en el alma:
¡volver! Volver de nuevo a aquella tierra,
antes de ser ceniza de la nada.

Eduardo Criado

Es que es tal cual, lo ha clavado. Espero que os hayan gustado estas entradas explicandoos todo lo que he visto, y que tengáis la oportunidad de ir algún día porque de verdad que la calidad y valores humanos que se aprenden solo que verlo son alucinantes.

Nosotros nos leemos pronto, perdonad por la tardanza.

Besos!!!! 





viernes, 4 de septiembre de 2015

LA INDIA: Delhi- Samode- Jaipur

¡Buenos días a todos! Os sigo contando cosas acerca de mi viaje a la India. Hoy os voy a contar un poco la ruta que hicimos y los lugares que visitamos, además de varias cosas interesantes que vimos.

Para la primera vez que viajas a este país siempre te recomiendan hacerlo al norte, pues si aquí el contraste es enorme y hace que te caigas de espaldas, en el sur lo es aun más. Por eso, nosotros comenzamos la aventura en Delhi/Nueva Delhi, de allí continuamos hasta Jaipur y Agra y, por último, vuelta a Delhi. Estos tres sitios fue en los cuales pasamos las noches, pero luego hicimos varias paradas y excursiones de un día a ciudades y monumentos que estaban "cerca".

Os explico por qué "cerca" entre comillas. Por ejemplo, de Nueva Delhi a Jaipur tan solo había 230 kilómetros, pero tardamos unas 6-6:30 horas en autobús en llegar. ¡Una pasada! Y es que allí las carreteras son malas no, lo siguiente. Además de la conducción de allí, que es el caos. Por lo tanto, en estos 3 viajes (después del que os he dicho fue Jaipur-Agra, y Agra-Nueva Delhi) se nos iba casi un día, ya que entre medias parábamos para ver monumentos o cosas interesantes que pillaban de camino.



El primer día que cogimos el avión el destino fue Nueva Delhi, donde llegamos como a las 6 de la mañana de allí. Encontrarte de frente con la pobreza y miseria tan pronto fua un shock jajaja. El caso es que ese mismo día visitamos el complejo de qutb, precioso.



Estas imágenes son de google porque las mías, al ocupar tanto, tardan muchísimo en subirse y son prácticamente iguales.

Después, visitamos la puerta de la India


Y la tumba/mausoleo de Ghandi


Por último, visitamos la mezquita más grande de Nueva Delhi



Después pusimos rumbo a Jaipur, y en medio del viaje hicimos una parada técnica para comer en Samode, un pueblo pequeño pero muy muy bonito. Comimos en el palacio del maharajá, una auténtica maravilla.



Y por dentro, donde comimos...


para sentirse como una princesa india jajajaja



Seguimos la ruta hacia Jaipur después de esta parada, y en la carretera íbamos observando una cantidad enorme de pueblecitos pequeños, uno detrás de otro. Siempre había pueblos, casi no había sitios en la carretera donde no hubiera gente. Eran muy curiosos, pues aunque las ciudades no son para nada desarrolladas, estos pueblitos lo eran menos y era como trasladarse algunos siglos atrás. Además era muy interesante observar también la india rural, con un modo de vida diferente al que veíamos en las ciudades.

Cuando llegamos fuimos a una fábrica de alfombras y telas, donde vimos cómo se tratan allí las telas y cómo es el proceso de estampación para crear posteriormente prendas o pañuelos. La verdad es que es muy interesante cómo lo hacen, con formas y dibujos tallados en trozos de madera (como los que veis en la foto) y poniéndolos sobre la tela cada vez con un color para ir rellenando el dibujo.



Allí tuvimos la oportunidad de probarnos saris, ver pañuelos y telas, todo de unos colores increíbles. La verdad es que las calles allí son muy coloridas, ya que las mujeres siempre visten colores fuertes y alegres, haciendo de la calle un espectáculo visual cuanto menos interesante.

Jaipur es conocida como "la ciudad rosa", ya que todas las casas y puestos tienen este color.


Pudimos observarlo cuando dimos un paseo por las calles, parando para ver el increíble palacio de los vientos. Otra maravilla.



Este tiene más de 300 ventanas adornando su fachada.

Este paseo culminó en una fábrica de joyas, donde nos mostraron cómo artesanalmente dan forma a las piedras para convertirlas en anillos, pulseras y colgantes preciosos. La verdad es que allí prácticamente todo lo que se vende está hecho por mano de obra, por personas que pasan largas jornadas cosiendo o tallando.

Ese mismo día por la mañana habíamos tenido la oportunidad de visitar el fuerte Amber, uno de los que más me gustaron. Para acceder a él montamos en elefante, también una experiencia única.




Montamos en uno igualito a este, ya que todos estaban adornados de la misma manera.

La verdad es que las fotos desmerecen mucho el lugar, porque estar allí viéndolo con tus propios ojos es totalmente diferente. Es una maravilla, increíble. Por ello, aunque las fotos te permitan verlo y hacerte una idea, no hay nada como verte envuelto en ese ambiente.

Espero que os haya gustado y nos leemos pronto <3

En el próximo post sobre India... Jaipur- Agra - Gwalior - Nueva Delhi

jueves, 3 de septiembre de 2015

LA INDIA: visión general del viaje

¡Buenísimos días a todo el mundo! ¿Qué tal andamos? Espero que fenomenal, disfrutando de todo. Por fin os hablo del misterioso sitio en el que he estado de vacaciones, que no es ni más ni menos que LA INDIA!!! La verdad es que llevaba mucho tiempo queriendo ir (bueno mucho tiempo, teniendo en cuenta mi corta edad no puede decirse mucho, pero es verdad que siempre que había que hacer redacciones en clase sobre a qué sitio te gustaría ir yo escribía de este mágico país).


En términos generales y hablando rápido, ha sido un viaje ES PEC TA CU LAR. No hay palabras para describir todo lo que hemos visto, tanto lo bueno como lo malo, ya que no podría decirse mejor que esa famosa frase "es un país de contrastes". Es literalmente así. Es increíble entrar a ver los monumentos más bonitos que he visto nunca (el impresionante Taj Mahal que os contaré en otro post), lo limpios y cuidados que están estos; y acto seguido salir a la calle, en la misma puerta de los monumentos, y ver la suciedad en las calles, la miseria que hay, la pobreza, la basura (que forma montañas gigantes en medio de las ciudades)... Y, en medio de estos adjetivos, resalta uno: la felicidad. Porque yo nunca había visto tanta pobreza, pero tampoco alguien que fuera tan inmensamente feliz con tan poco. 

*Las fotos que voy a publicar en estos posts son la mayoría hechas por nosotros, excepto alguna visión desde arriba que, como es lógico, era imposible que yo misma pudiera hacer.



Todas calles de Delhi

Creo que este viaje ha sido un ejercicio mental de reflexión y de humildad para todos los que viajábamos (ya que éramos un grupo), personas tanto mayores como más pequeños. Hoy en día somos plenamente conscientes de que estos lugares existen, incluso podemos verlos a golpe de click y conocer su historia, pero os aseguro que es muy diferente leerlo o escucharlo a encontrarte de frente con ello. Ver de lleno todo aquello de lo que nos habían hablado, y darte cuenta de que en la vida es solo cuestión de suerte (pues cualquiera de nosotros podría haber nacido allí).

Creo que todos, o por lo menos yo, nos hemos quedado un poco tocados de ver lo que hemos visto. Eran situaciones como que, al ir a cerrar la cortina de la habitación para irte a dormir, encontrarte con la imagen de cientos de niños durmiendo en el suelo, sin más apoyo que las piedras y al lado de la basura. O, otra situación, asomarte por el balcón de la piscina (que estaba en una azotea) y encontrarte con varios obreros que parecen que no han descansado en todo el día.

La sensación que te dejaba esto era como de malestar general. Yo no me sentía bien del todo al acostarme en un colchón teniendo al lado a toda esta gente que solo tiene el suelo. Es verdad que por el hecho de que tú no lo hagas no va a cambiar para ellos, pero es taaaaan injusto... 

Realmente te das cuenta de lo increíblemente egoístas que somos. De cómo, cuando tenemos una cosa, en vez de apreciarla solo queremos más y más. No somos realmente conscientes del trabajo y el esfuerzo que conlleva conseguir cosas tan simples y necesarias como el agua y la comida, porque nosotros siempre hemos tenido un plato y un vaso abundantes sin tener que pasar 18 horas al sol para conseguir unos pocos céntimos. No sabemos apreciar las cosas, y no tenemos el honor de saber la felicidad enorme que te provoca el recibir una botella de agua, o un bolígrafo, o un bote de gel de un hotel. Y es una pena, porque si fuéramos una milésima parte de felices que ellos con las cosas que tenemos no cabríamos en nosotros de emoción. Nosotros tendremos muchas cosas, coches, mucha ropa, artículos de aseo, comida, sin tener que trabajarlo; pero nunca experimentaremos esa felicidad que te da el conseguirlo. Muchas veces decimos: qué suerte tenemos de vivir en España (o cualquier otro país occidentalizado), y es verdad, pero solo en cierto sentido. Tenemos suerte de tener todo, o casi, lo que queremos. Pero también somos esclavos de una sociedad consumista que no aprecia los detalles, ni las pequeñas cosas. Por eso no creo que tenga menos suerte un niño que ha nacido en la India. Porque de una manera diferente, sí, pero tienen una suerte increíble. Y cada uno está acostumbrado a lo que conoce, pero nunca está de más aprender otras culturas.

Foto de google

Dejando un lado la parte "filosófica"  (pero completamente necesaria)  de mi reflexión personal, con esta serie de posts pretendo acercaros un poco más a este país tan mágico y que tanto tiene que ofrecernos. Os hablaré de su cultura, su forma de vida, sus monumentos, curiosidades desde mi punto de vista personal y mi experiencia, que ha sido muy gratificante. Os digo de antemano que repetiría este viaje una y mil veces, y que seguramente vuelva. Ya forma parte de mi lista de cosas que hacer antes de morir ;)

Os digo en serio, aunque me repita más que el ajo, que creo que todos hemos reflexionado un montón, y no está nada mal. Nunca pensé que un boli bic podría hacer tanta ilusión a alguien, porque sí, esa es la palabra: ILUSIÓN. Ver las caritas de alegría , los ojos llenos de emoción y la vitalidad no solo de niños; sino de gente de todas las edades; creo que nos ha llenado de ilusión a todos los demás también. Yo, por ahora, aspiro y me encantaría ser igual de feliz.

Espero que todos vosotros seáis igual de felices. Pensad: ¿estoy sano? ¿tengo una madre y un padre que me quieran o hayan querido? ¿tengo a mis amigos cerca? ¿tengo hermanos que estén ahí para lo que sea? ¿he podido ir a la escuela y se matemáticas, lengua, inglés y otras asignaturas? ¿se leer y escribir? ¿tengo comida y agua todos los días? ¿tengo hasta el privilegio de poder tomarme un refresco, o incluso una copa? ¿tengo un trabajo? ¿tengo ropa limpia que ponerme? ¿tengo bolis y folios para escribir y pintar? ¿tengo acceso a internet para poder mirar cosas interesantes? ¿tengo un colchón en el que poder descansar cada noche? ... ¿tengo gente que va a estar en lo bueno y en lo malo?


Teniendo la mitad de estas cosas, ya tenéis más que cualquiera de ellos. No permitáis que nada no os deje ser felices, y pensar que siempre se podría estar peor, por muy mal que estemos. A sonreír, a vivir, y a dejar de quejarse; que la vida no dura nada.


Os mando besos enormes, y volveré muy muy pronto con esta serie. No se si la haré toda seguida o intercalaré otros tipos de entradas, pero creo que este gran viaje no podía quedarse solo en un post.

Nos leemos prontísimo <3


En el próximo post de India... Delhi - Samode - Jaipur