sábado, 3 de enero de 2015

¡¡¡FELIZ AÑO!!!

Das vueltas sobre la cama, a un lado ya otro, de todas las maneras posibles, hasta que te despiertas. Abres un ojo y luego el otro; y más vueltas. Y así hasta que decides que ya es la hora de poner los pies fuera de la cama. La mañana se pasa volando, o muy lenta; depende de lo que hagas. Y llega la hora de la comida. Y comes. Mucho o poco, solo o acompañado, en casa o fuera de ella.
Y llega por la tarde. Y se cocina. Y se juega. Y se corre. Y se preparan las uvas. Y se pasa y llega la cena. Comemos como si no hubiera un mañana, entradas, segundos, postres, se brinda. Por todo y por todos. Y se termina de cenar y en mi familia se hace el amigo invisible. A lo mejor vosotros también, y sino pues pasamos directamente a las uvas. Y se pelan y se quitan los pipos (en mi caso pónganse plátano, conguitos, lacasitos  o cualquier otra cosa, que odio las uvas). Y se elije una cadena de televisión, en nuestro caso la 1, y vemos a Anne Igartiburu como tantos años antes (creo que desde que tengo uso de razón). Y llegan las doce y con ellas las campanadas, y no te da tiempo a acabarte las uvas y cuando terminan tienes una mezcla extraña en la boca difícil de tragar.

Y empiezan los abrazos, los besos, y las felicitaciones de año nuevo. Y se colapsa Whatsapp, Facebook y todas las redes sociales (y mientras tú has optado por a) tragarte la mezcla de uvas o b) escupirla). Y entramos en el año 2015, que va a ser mejor que el 2014. Porque sí, porque hay que aspirar alto, y sabemos que va a ser mucho, muchísimo mejor. El caso es que después de esto, en mi casa los niños hacen un espectáculo, y luego la fiesta, que no falte. Baile, karaoke, conversaciones... cosas de fiesta.
Y, como todos los años, empezamos el año nuevo con resaca. Cansados y dormidos. Por eso lo suyo sería considerar el comienzo de año el día 2. Y por eso yo os escribo hoy (que también es porque me fue imposible hacerlo antes, pero bueno, ya sabréis por qué). Que la intención es buena, y es desearos un feliz año nuevo, que sea el mejor de vuestras vidas hasta ahora y que cumpláis todo lo que os propongáis, que querer es poder y con esfuerzo y ganas seguro que lo conseguís.
Por eso, muchísimos besos y abrazos para todos, y a comerse el mundo, que la vida es muy corta,

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Últimas canciones de mi aleatorio

¡Buenos días a todos de nuevo! Lo primero, feliz Nochebuena y que os traiga muchas cosas Papá Noel, que seguro que os habéis portado genial ;)
Hoy os voy a enseñaros las últimas canciones que he metido en mi móvil. La verdad es que no soy de un sólo artista y escuchar a uno solo, ni de álbumes enteros. Normalmente me gusta una canción de aquí y otra de allí; aunque no tengan ni las mas mínima relación. La verdad es que creo que solamente hay dos o tres grupos de los cuales me gusten todas sus canciones, pero eso ya lo descubriréis otro día ;)
Lo bueno de esto es que podéis sacar alguna idea para regalos, ahora que estamos en la época (de Reyes o para un Papá Noel un poco despistado de última hora). Un disco siempre es un buen regalo, ya que aunque ahora sea muy fácil descargar las canciones y meterlas al mp4 así sin más; tenerlas en original siempre está bien. Y además sirve para el coche ;)
El caso, que hay un poco de todo, os las enseño y espero que os gusten :)
La mítica Carolina que ha pasado de generación en generación, preparada para echarnos unos bailes jajajajaja
Lo que me puede gustar esta canción y el buen rollo que transmite. Me encanta.
Otra canción buenrollera, que no está el mundo como para que estemos tristes.
Un poco de flamenco para aportar el sabor español, no olvidemos de dónde venimos ;)

Una de mis canciones favoritas de cuando era pequeña y que lo sigue siendo, con otras de esta gran banda española de los 80. Qué recuerdos ir en el coche cantándola como si no hubiera un mañana, y teniendo que repetirla cada dos por tres...
Una un poco más moñas pero bueno, todos tenemos nuestro momentillo cursi (que no quiere decir que deje de ser bailonga eh ;)
Perfecta canción para cuando estás tumbado en la cama y quieres relajarte, o para estirar después de un entrenamiento o clase.
Bueno, una un poco más actual y que seguro que todos conocéis ;)
Y bueno, esta que últimamente no dejan de ponerla en la radio... Ya han hecho que se me pegue jajajaja
Como podéis ver, prácticamente todas las canciones son de hace tiempo (ya haré un post con otras más actuales), pero he respetado todas las últimas canciones que he metido (hace 5 minutos) en el móvil, sin dejarme ni una. También podréis observar que son todas más bien bailongas y bienrolleras, que para estar triste ya tendremos tiempo más adelante :)
Nos leemos pronto,

domingo, 21 de diciembre de 2014

Frozen

Ayer fue una de esas tardes de sábado en las que ni te apetece, ni haces nada. Nada de provecho, quiero decir. Una de esas tardes en las que estás ajeno del mundo, tú tirado en tu sofá con tu mantita; y lo de fuera ya es cosa del resto. Una tarde de peli y palomitas en toda regla. Y como peli, la famosísima Frozen de Disney, la cual todo el mundo había visto y de la cual todo el mundo hablaba, menos yo. Que no era por falta de ganas ni nada, es que esto de los exámenes... Pero bueno, que el caso es que ya se han pasado y, oye, ¿qué bien se está de vacaciones verdad? ;)
Pues eso, que ayer como os iba diciendo, nos pusimos a ver Frozen toda la familia. Qué peliculón para niños, y para no tan niños. La verdad es que últimamente Disney, en las últimas películas que ha hecho así más de princesas, no se centran en ese amor verdadero y que si príncipe azul y blablabla. La verdad es que enseñan bastante más, centrándose en otro tipo de cosas más importantes. Y sino, otro ejemplo importante es Maléfica, la peli de Angelina Jolie, que la pasa lo mismo. El caso es que os voy a contar más o menos de qué va, pero sin el final que sino os destripo la peli ;) Si tenéis niños pequeños es indiscutible que la veáis, con primos, sobrinos hijos... Pero sino también es recomendable para mayores. Como sabéis (o sino os lo digo yo), la peli cuenta con dos Oscar por mejor película animada y mejor canción original, y está basada en la historia de La Reina de las Nieves, de Andersen. El caso es que no se si seré yo, que estoy enamorada de todas las pelis de Disney, pero yo que vosotros la vería ;)
Elsa, princesa de Arendelle, posee la habilidad mágica de crear hielo y nieve. Una noche, mientras jugaba con su hermana pequeña Anna, la lastima lanzándole hielo y queda inconsciente, aunque los reyes buscan la ayuda de los trolls y estos la curan, aunque para ello deben eliminar los recuerdos de la magia de su hermana. A raíz de este hecho, los reyes deciden ocultar los poderes de Elsa y evitar el contacto de esta con otras personas hasta que aprenda a controlar sus poderes; por lo que esta no sale de su habitación. Esto provoca un distanciamiento entre las dos hermanas, además de que sus padres mueren mientras viajaban en un barco. 
La segunda parte de la película ocurre tres años después, cuando Elsa cumple la mayoría de edad y está lista para convertirse en reina. Pero de esta parte no os voy a contar nada, que bastante os he contado ya, y así os animo a verla ;)
Además los personajes son muy graciosos, sobre todo Olaf (el muñeco de nieve), que a la vez es muy tierno ya que... *intriga intriga*. Los que hayáis visto la película lo sabréis jajajaja.
Por último, os dejo los vídeos de la canción que ganó el Oscar, tanto en inglés (interpretada por Idina Menzel) y en español (por Gisela). A ver cuál os gusta más.





Espero que os haya gustado el post y que os haya animado a verla, y sino, al menos sabréis de lo que habla la gente cuando comente la peli, y podréis dar vuestra opinión aunque no tengáis ni idea jajajaja. Por mi parte, y si os gusta, dejo apuntado hacer un post sobre películas Disney. Me encantaría porque, como ya os he dicho, estoy enamorada de ellas, así que apuntado queda ;)
Nos leemos pronto,






lunes, 15 de diciembre de 2014

¿Por qué regalamos tan mal? + los mejores anuncios

¡Buenos días a todos otra vez! Hoy es una de esas entradas que escribo sabiendo como empiezo pero no como acabo, porque no tengo ni idea de lo que va a salir de aquí jajajaja. El caso es que el otro día leí un artículo muy interesante basado en numerosos estudios que al final llevan a una misma realidad: regalamos mal. Así, sin rodeos. Parece que dar con el regalo perfecto nos preocupa, y mucho. No hay casi nada más desalentador que el hecho de entregar a una persona tu paquetito perfectamente envuelto, con ilusión (en gran parte de los casos) y ver que el que lo recibe lo abre, sonríe forzadamente y exige el ticket para cambiarlo. Acertar con nuestras compras navideñas no siempre es fácil, de hecho, es en muchos casos muy difícil (incluso demasiado).
Según numerosas definiciones, el hecho de regalar se trata de una experiencia social, cultural y económica que fortalece relaciones sociales y se convierte en un gesto que expresa sentimientos y afectos (sí, bastantes rodeos para expresar algo que todos sabemos perfectamente lo que es). El caso es que ahora nos da por hacer regalos con más valor sentimental, lo que va ligado a estar varios días (o incluso semanas) pensando en el regalo en cuestión, o en otras palabras, jodidos. Pero esto lo explico más adelante.
En 1993 nació el deadweight loss of Christmas (pérdida de eficiencia de las navidades). Acuñado por Joel Waldfogel, (resumiendo) este término hace referencia al hecho de que con una misma cantidad de dinero, es más probable que el que regala compre algo que guste menos al que lo recibe que si se hubiera ido de compras él mismo (si tenéis tiempo y ganas para leer el estudio en inglés, podéis haerlo clickando aquí, aunque lo veo bastante poco probable jajajaja). El caso es que aunque esto parece obvio, este fenómeno nace ante la forma de ver el acto de regalar desde una perspectiva económica. Aunque no se tiene en cuenta que el comprador no será el consumidor final, por lo que existe una notable diferencia entre el coste realdel regalo y la forma en que el que lo recibe lo percibe.
Otro reciente estudio publicado en Journal of Consumer Research (página web inglesa) indaga en el papel del que regala, y dice lo siguente: "Los regalos pueden servir para reforzar vínculos entre el que regala y el que recibe, y pueden servir como una forma natural de establecer y mantener el orden de un grupo social. Los regalos pueden involucrar la expectación ante la reciprocidad y pueden, a veces, ser expresiones egoístas de amor y afecto. Dar regalos crea vínculos sociales intensos. En un intento de mejorar los vínculos sociales, los que dan regalos suelen optar por dar el regalo que más gusta al que lo recibe, y para ello piensan en cómo los van a recibir".


El problema es que hay una gran diferencia en la manera de percibir este hecho entre la persona que regala y la que recibe el regalo. Otro estudio (ya os dije que había muchos ;) determina que los que reciben regalos preferirían que se les diera exactamente lo que han pedido, en lugar de algo que se cree que va a ser más personal. Según este mismo estudio, el que regala no debería fijarse tanto en el precio ni el valor sentimental.  Es decir, en resumen: somos malos regaladores porque pensamos demasiado en cómo va a recibir el otro el regalo. Y nunca mejor dicho. Creemos que encontrará perfecto nuestro regalo, cuando en realidad lo que quieren es algo práctico. Parece que al final hay que dejar los sentimientos al margen a la hora de regalar y prestar más caso a la funcionalidad. Parece. Porque al fin y al cabo, cada persona es un mundo y le gustan unas cosas. Por ejemplo, a mí personalmente me gusta que me regalen las cosas que pido, pero me gustan más aún las sorpresas, saber que alguien ha estado pensando en ti. Y creo que a todos nos gusta alguna sorpresilla de vez en cuando ;)
El caso es que, estaréis de acuerdo conmigo, que hay personas muy muy difíciles de regalar. De esto que coges el papel del amigo invisible, lo abres, ves la persona, y es como: y qué hago yo ahora. En esos momentos es cuando piensas lo bueno que sería que existiese una app en la cual todo el mundo pudiera colgar su lista de reyes o de lo que sea para poder verla, y no tener que estar dándole al coco. Porque amigos, dar sorpresas a veces es realmente difícil. Pero otras es realmente fácil, así que se compensa. El caso es que aunque sea por el tiempo que ha empleado esa persona en pensar qué comprarte, comprarlo, envolverlo (que desde que la mayoría de las tiendas no lo hacen hay que sacar tiempo); cuando te lo den se pone buena cara, sonríes y das las gracias. Aunque sea el regalo más feo del mundo y el que menos tiene que ver contigo. Aunque lo vayas a meter en el fondo del cajón y se vaya a quedar ahí para el resto de sus días. Aunque sea ese jersey feísimo que viste en H&M y dijiste "nunca me lo pondría ". Aun así. Porque el tiempo... es el tiempo. Y lo que seguramente te quiera esa persona, también lo merece.
Por último, os dejo una selección una selección de anuncios que se están emitiendo en estas fechas y que, por una cosa o por otra, me encantan. Ya sean las graciosísimas indirectas del niño de El Corte Inglés o la emotiva "otra carta" de Ikea; pasando por el emotivo anuncio de la lotería. Espero que os gusten.

Y por último os dejo dos anuncios ingleses que nos pusieron en clase el otro día, y que creo que son geniales. Y que, aunque no entendáis nada, deberíais verlos. Fenómenos para ser unos anuncios, y muy emotivos. Juzgad vosotros mismos:
Espero que os haya gustado y nosotros nos leemos pronto,

Pd: La primera parte de este post está inspirada en otro que he leído, porque me ha parecido bastante interesante. El resto es todo mío y la forma de contarlo también. Lo digo por si acaso para evitar problemas, aunque no creo que pasara nada, pero es mejor prevenir que curar;)








domingo, 14 de diciembre de 2014

Reseña: Una estrella que no se apaga




Título original: This star won't go out.
Autores: Ester Earl, Lori Earl & Wayne Earl.
Editorial: Nube de tinta.
Páginas: 320
ISBN: 9788415594352
Precio: 16,95

«Puedo oír la voz de Esther en cada entrada del diario. Leer este libro por primera vez resultó muy extraño y agradable, porque me sentí como si ella volviera a estar aquí. La voz de Esther era única, y se transmite magníficamente en sus escritos: su empatía, ingenio, tristeza y dulzura están intactos sobre la página.» John Green para The Boston Globe «Uno de esos libros excepcionales que cambiarán tu forma de ver el mundo.» Metro New York A Esther Earl le diagnosticaron cáncer de tiroides cuando tenía doce años. Murió en 2010, poco después de cumplir los dieciséis, pero antes inspiró a miles de personas. Estas extraordinarias memorias recogen los diarios, cuentos, cartas y esbozos de Esther; además, las fotografías y escritos de su familia y amigos ayudan a narrar su historia, un testimonio conmovedor sobre el poder de la vida.
Im-pre-sio-nan-te. No hay más palabras para describir este libro/diario, que al final es lo que es. El diario de una chica normal, con una vida normal, hasta que deja de serlo. Una historia real, tan real como que no estaba pensada para publicar, no es el típico libro programado, o que cuenta una historia ficticia e inventada. Empiezo desde el principio, más o menos: Ester Earl es una chica normal que vive con su familia, cuando le es diagnosticado un cáncer. Debido a esto, tiene que volver a EEUU para ser tratada, cambiando completamente su vida. Al final, como es de esperar (por el título y esas cosas), Ester muere. Pero muere la persona, no el recuerdo. Y ojo, que no os estoy descifrando el final ni nada por el estilo. De hecho, de esta historia no es el final lo importante. Precisamente, es lo que menos importa. De la mano del diario personal de Ester (que sus padres decidieron publicar unos años depués del triste desenlace de la historia) y de aportaciones de su familia y amigos, nos metemos en un viaje (creo que no podría expresarlo mejor) de emociones, sentimientos y, sobre todo, de un golpe de realidad. Porque como ophe dicho antes, esto no es una historia ficticia, triste y que queda ahí, en un libro. Es una historia de verdad, pero no es mala. A pesar del desenlace. Lo importante aquí es disfrutar de cada uno de los capítulos, en los cuales Ester nos relata su vida, sus problemas y preocupaciones. Preocupaciones de una chica de su edad, pero que lleva una carga añadida sobre los hombros. Es increíble el hecho de poder acercarnos un poco más a este tipo de situaciones entendiendo el punto de vista y sintiéndolas desde dentro. Porque puede ser dura, sí, pero no es triste. Es una historia llena de vitalidad, hasta el último momento, que hace que quieras vivir al máximo. Son lecciones dadas por una adolescente de 16 años, sí, pero lecciones que ni siquiera un adulto te podría dar. Porque a veces enseñan mucho más los pequeños.
Pero bueno, dejando de lado estas reflexiones totalmente subjetivas (mi punto de vista), creo que podría recomendar este libro a todo el mundo. Bueno, quizás no a todos, pero sí a los que sean un poco humanos y empáticos, aunque si lo eres mucho vas a sufrir, ya os aviso. Te cuenta la historia de Ester desde numerosos puntos de vista: el suyo, el de sus padres, amigos... Lo que hace que te metas aun más en la historia. Pero cuando terminas de leerlo ( y sin ni siquiera habiendo llegado al final también), te hace pensar bastante y crear tus propias ideas. Creo sinceramente que esto es lo más bonito de los libros, el hecho de sacar tus propias conclusiones y que exactamente las mismas páginas puedan provocar sensaciones diferentes dependiendo de la persona que lo lea. Es asombroso. Pero volviendo a la historia, también debo decir que no es un librazo: una historia enredada de esas que te atrapan, no. Este es un libro de corazón, un diario. Esta es una situación que le ocurre a unas personas, no a unos personajes. Si decidís leerlo, no os lo toméis como una novela, sino como algo diferente. Yo, por ejemplo, lo he leído poco a poco, compaginándolo con otros libros. No se lee rápido. Te lleva su tiempo, porque de vez en cuando hay que pararse a pensar en lo que pone, pero es precioso. Creo que, después de haberlo terminado, todos los elogios hacia Ester se quedan cortos. Hacia Ester y todos los niños con enfermedades que condicionan sus vidas, y a sus familias que están al pie del cañón aunque a veces sufran incluso más. Porque ahí están los verdaderos héroes, y no en los libros o películas. Están en el mundo, y hay tantos como personas, pues todos lo somos a nuestra manera. Los héroes existen, y tienen nombres de personas.
Nos leemos,
Pd: esta reseña no es como las demás, pero espero que os haya gustado. Tan solo quería expresar mi forma de ver el libro, que al fin y al cabo es la reseña, dar tu punto de vista; pero este es el mío y puede diferir de muchos otros que leáis. Pero, como ya os dije, creo que las cosas bonitas hay que compartirlas ;)

sábado, 13 de diciembre de 2014

Por fin en bloglovin!

¡Buenos días a todos! Aparezco hoy por aquí de forma breve para comunicaros que el blog ya está en bloglovin! Síiiii! Para todos los que uséis esta herramienta os será mucho más fácil leer las nuevas entradas, comentar, etc... Y así, hay opción de que muchas más personas lean el blog. Además, creo que el punto fuerte de esta aplicación (a la que se puede acceder por el ordenador o mediante una App), es que puedes seguir a los blogs que más te gusten y te avisan de las nuevas entradas, así como el hecho de poder guardar tus posts favoritos para poder releerlos!
Por eso, espero que os ayude este hecho y, sino lo utilizáis, no os preocupéis porque va a seguir actualizándose también como siempre, aquí en esta página. El caso es intentar llegar a más personas para compartir las cosas ;)
Nos leemos por donde queráis, os dejo el link del blog en bloglovin por si queréis echarle un vistazo,

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viernes, 12 de diciembre de 2014

Pensar

"Y quizás la vida sea eso, perseguir instantes que mueren..."
Con esta frase tan bonita y llena de significado comenzamos el post de hoy. ¡Qué época del año tan bonita! Por mucho que muchas veces nos empeñemos en que son fechas tristes, son fechas de estrés, de no disfrutar... Por mucho que la mayor parte de las veces queramos que pasen rápido, creo sinceramente que tendríamos que aprender a darle la vuelta a las cosas. Y es que, a pesar de todo lo dicho anteriormente, por qué no, cuando pensamos en la Navidad, pensamos en las sonrisas e ilusión de los niños, pensamos en las vueltas: vueltas a casa, vueltas a ver a la familia, a los amigos; pensamos en el tiempo libre que tenemos para disfrutar, para hacer las cosas que normalmente no podemos. Normalmente, nos acordamos mucho de las personas que no están con nosotros y olvidamos a las que sí están. Está bien acordarse de ellos, pero sin olvidar que también estamos rodeados de personas maravillosas que sí que están aquí y de las cuales podemos disfrutar al máximo. Porque quién sabe dónde estaremos mañana, así que deberíamos centrarnos en hoy y centrarnos en lo que tenemos. Porque las personas que se fueron no van a volver (que no ser recordados, ojo, porque una persona sigue viva siempre y cuando mantengamos su recuerdo), pero las personas que están pueden hacernos los más felices del mundo.
Bueno, después de esta pequeña reflexión, supongo que os preguntaréis a qué viene todo eso. La verdad es que es mi punto de vista acerca de estas fiestas, pero lo que me ha animado a compartirlo ha sido otro motivo. Desde hace seis semanas (esta ha sido la última), hemos recibido una serie de charlas (una cada viernes) por parte de una chica voluntaria de la Cruz Roja acerca de la violencia, y de las personas. Porque al fin y al cabo, y como ella dice, muchas veces los profesores nos enseñan, pero no nos educan. Y antes de aprender sintaxis, o matemáticas, o las leyes de la física; hay que aprender a ser personas y comportarnos como tal. El caso, es que después de seis charlas, hoy hemos recibido la última y, para terminar, hemos visto un vídeo que hace pensar. Seguramente le conozcáis porque el año pasado tuvo una gran repercusión en las redes sociales, pero por si acaso no le habéis visto, os le dejo aquí y, si tenéis la oportunidad, no dejéis de hacerlo (o de volver a hacerlo).
Como ya he dicho, el año pasado este vídeo estuvo circulando por la red, y cuando yo lo vi por Facebook, la verdad es que me hizo pensar; y al volver a verlo me ha pasado lo mismo (pero de otra manera, lógicamente). Cómo muy bien dice la protagonista, muchas veces nos centramos en lo malo, sin darnos cuenta de que podemos dar la vuelta a todo para sacar el lado positivo, todo depende de la manera en que se mire (o el cristal, como dice el refrán). Por último, y para pensar también (que parece que hoy va de eso), os dejo este cuento del escritor y filósofo Paulho Coelho, un gran artista de la palabra, como muchos le definen.

QUÉ POBRES SOMOS
Una vez, un padre de una familia acaudalada llevo a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que viera cuán pobres eran las gentes del campo.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completa en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:
“¿Que te pareció el viaje?” – preguntó el padre.
“Fue fantástico Papá!” – dijo el hijo
“¿Viste que tan pobre puede ser la gente?” – preguntó el padre
“¡Oh, sí!” – dijo el hijo
“Y… ¿que aprendiste?” – preguntó el padre
El hijo contestó:
“Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.”
“Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín… y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos y otras bellezas.”
“Que nosotros importamos lamparas del Oriente para alumbrar nuestro jardín…mientras que ellos se alumbran con la luna y las estrellas.”
“Que nuestro patio llega hasta la pared de la casa del vecino, ellos tienen todo el horizonte de patio.”
“Tenemos un pequeño pedazo de tierra para vivir y ellos tienen campos que van más allá de nuestra vista.”
“Que nosotros compramos nuestra comida;…ellos, siembran y cosechan la de ellos.”
“Nosotros cocinamos en estufa eléctrica…Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.”
“Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas….Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.”
“Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor… Ellos, en cambio, están “conectados” a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del valle, a los animales, a sus siembras, a su familia.” “Especialmente papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo y rara es la vez que conversan conmigo.”

El padre se quedó mudo… y su hijo agregó:
“¡Gracias Papá por enseñarme lo pobres que somos!

Espero que os guste, aunque seguramente también le conozcáis (es muy famoso también), pero las cosas bonitas hay que compartirlas ;). Por eso espero que a los que os guste la Navidad la disfrutéis muchísimo, pero se lo deseo sobre todo a las personas que no les gusta. Porque las primeras lo harán seguro, pero las segundas también pueden (y sino, intentarlo ;). Que la navidad es para disfrutarla.
Nos leemos pronto,