Si os digo la verdad, desde Mamma Mia (que habré visto como un millón y medio de veces) no me he perdido ni una sola película de esta actriz, que puede catalogarse como mi favorita. Pero vamos a centrarnos en el tema que hoy nos ocupa, que es su nueva película. La verdad, todo sea dicho, no es de las que más me han gustado. La peli va acerca de Ricki (Meryl), una mujer que abandona a su familia para convertirse en estrella de rock. Pero cuando su hija lo está pasando mal por el abandono de su marido, decide volver unos días. Esa es la trama principal de la película, el reencuentro con sus hijos e ir, volver, ir, volver. Creo que el argumento no está mal, pero a la hora de llevarlo a la gran pantalla cojea un poco, y no sabría decir exactamente por qué. Por un lado, creo que hay demasiadas escenas de conciertos y, teniendo en cuenta que son de rock y con el sonido a tope, a la cuarta vez ya dices: ¡¡¿otra vez?!!
Pero, dejando esto aparte, tampoco hay mucho diálogo entre los personajes, es poco creíble que después de 30 años (o por ahí, no lo especifican) sin ver a sus hijos no haya peleas, tan solo se levanten la voz un momento para luego perdonarse. Tampoco se da mucho juego a la nueva mujer de su exmarido, o a su nuevo novio; personajes que podrían dar algo más de sí.
En definitiva, en mi opinión personal, no la volvería a ver; pero no quita que pases un rato entretenido. Hay gente que la ha visto a la que le ha gustado mucho y otros a los que no les ha gustado nada, así que nada como verla para crearte tu propia opinión.
La verdad es que solo por ver a Meryl merece la pena. Es increíble como puede hacer cualquier tipo de papel que es totalmente creíble en ella. Ya os digo que es, sino la que más, una de mis actrices favoritas por la capacidad que tiene de hacer cualquier cosa.
Espero que os haya gustado el post y si tenéis la oportunidad la veáis y me contéis.
Nos leemos pronto <3
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